Pasó Irene. Al día de hoy, martes 23 de agosto de 2011, vivimos las secuelas. Hoy hubo más lluvia que ayer en Río Grande. Los efectos directos no fueron tan graves, gracias a Dios, pero nuevamente se hacen evidentes las necesidades de mejoramiento de sistemas, infraestructura y de suplido de energía.
Por otro lado, la tormenta pone en evidencia la fragilidad psicológica de muchos de nuestros habitantes ante situaciones de escasez y limitación.